En el pasado puede que Gringo haya interpretado letras subidas de tono, sin embargo al presente rehúsa cantar trap, apegándose a su madurez, su familia y especialmente, tomando en cuenta a su hija adolescente Dubaii, quien también incursionó en la música.
“Estoy pasando por una situación que no quiero hacer música trap porque se habla fuerte”, enfatizó el cantante previo a asegurar que “se pueden mejorar las letras”.
Por ello, su compañero de dúo Baby Rasta se encarga de ese estilo de música urbana.
“Como hay un movimiento grande con el trap es inevitable no hacerlo y Baby Rasta se ha encargado de hacerlo para mantener el dúo. Le digo no hay que hacerlo, vamos hacer música buena. Y me dice: ‘eso es lo que la gente quiere’; y le dije que me tomaría una pausa”, reveló a EL VOCERO.
Ese receso musical se acabó porque “está volviendo la ola del reguetón’ y grabaron un disco libre de palabras soeces.
“Esperamos que salga en unas semanas. Es un disco bien bueno y comercial, que era lo que quería hace tiempo. Seguimos viajando aunque no habíamos sacado música nueva, haciendo shows los fines de semana en Chile, Colombia y Estados Unidos; y los días de semana estoy en Puerto Rico trabajando en la oficina y ayudando a las personas con micropigmentación”, indicó Samuel Gerena, su nombre de pila.
Gringo también ha invitado a algunos de sus colegas a moderar el contenido de las líricas.
“He tenido muchas conversaciones en los estudios y me dicen: ‘tienes que tirarte, te estás quedando atrás’. Pienso en la juventud, en los nenes, en una niña de siete años escuchando esas letras. Pero me dicen: ‘es que a los jóvenes les gusta’; y les digo sí porque a los 15, 16 y 17 años tienen las hormonas trepadas. Entonces me responden: ‘tienes un punto, pero si no lo hacemos uno se apaga’. Lo hacen porque es un negocio, pero alguien tiene que hacer la diferencia poco a poco”, estableció.
Gerena debate sobre el planteamiento de algunos artistas, que señalan que es a los padres a quienes corresponde la educación de los jóvenes.
“Lo que a los hijos les gusta no te lo van a decir y si saben que no te gusta, menos. Van escuchar esa música no en tu casa, en otros lados y las letras los llevan aprender cosas que ni sabían porque están empezando a coger calle y quieren probar porque la curiosidad siempre está”, recalcó.
Su preocupación se valida a través de sus hijos, Dubaii y Samuel, de 15 y 16 años, respectivamente.
“Estoy tratando proteger a Duabaii lo más que puedo; ella sabe lo bueno y lo malo. Tengo que darle el ejemplo. Uno como padre puede tener control en la casa, pero en la calle no. No le interesa hacer música hablando sucio; espero que cuando cumpla 23 años no se dañe como algunas nenas de Disney (Channel). Es tratar de hacer la diferencia, no puedo coger de excusa que (el trap) es lo que a la gente le gusta. Los jóvenes me dicen: ‘tienes la mente de viejo’; y no es de viejo, es madurez. Pero no van entender la madurez hasta les toque”, comunicó.
Su forma de pensar no ha desencadenado en enemistad con sus colegas urbanos “porque saben de dónde venimos y que hay una responsabilidad porque la mayoría tiene hijos”.
Sus hijos le siguen los pasos
Dubaii ya se ha escuchado con los sencillos Sleepover, Lost in My Head y Distracted, y trabaja en los próximos.
“Su estilo es más americano, canta en inglés y me encanta. Le están pidiendo que cante en español y estamos haciendo los temas. La iré desarrollando poquito a poco”, dijo Gringo sobre la carrera de su hija.
Mientras, su primogénito toca guitarra y se inclina por el rock, pero “dice que no está listo para salir públicamente; es exigente, su estilo es como el de Draco Rosa. Nada que ver con el reggeaton”.
(Cortesía de El Vocero)